El Pacto Histórico abrió este jueves una nueva etapa en su consolidación política tras avanzar en su reconocimiento como movimiento ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) y poner en marcha una coordinación nacional provisional que tendrá a su cargo la reorganización interna y la estrategia electoral con miras a las elecciones de 2026. Este paso marca un momento clave para la coalición que llevó a Gustavo Petro a la Presidencia, que busca ahora proyectarse más allá de la actual administración.
Según lo anunciado, la nueva estructura del Pacto Histórico se enfocará en fortalecer su presencia territorial, definir reglas internas de funcionamiento y preparar los mecanismos de selección de candidaturas para Congreso y Presidencia. La dirigencia del movimiento señaló que el objetivo es ofrecer una plataforma política más cohesionada, capaz de enfrentar un escenario electoral altamente competitivo y fragmentado.
La decisión se produce en un contexto de tensiones internas dentro de la izquierda, marcada por la salida de algunos aliados regionales y el debate sobre el rumbo del Gobierno. Para el Pacto Histórico, el reto inmediato será mantener la unidad de sus diferentes sectores y evitar fisuras que puedan debilitar su capacidad electoral en 2026. Voceros del movimiento han insistido en que la prioridad será la construcción de consensos y la apertura a nuevos liderazgos.
Analistas políticos coinciden en que el reconocimiento formal del Pacto Histórico como movimiento representa una ventaja estratégica frente a otros bloques que aún no logran definir candidaturas ni reglas claras de competencia interna. Sin embargo, advierten que la consolidación organizativa no garantiza por sí sola el éxito electoral, tomando en cuenta el desgaste del Gobierno.
Con esta reorganización, el Pacto Histórico busca pasar de ser una coalición electoral a un actor político estructurado y permanente. Su desempeño en los próximos meses será determinante para medir si logra capitalizar su experiencia de gobierno y sostener su influencia en el escenario político colombiano hacia el futuro.
FOTO: EL TIEMPO/PRESIDENCIA
Muy pronto, usted podrá consultar la información sobre todos los candidatos inscritos para las elecciones 2006 en esta página: https://ordenpolitico.com
diciembre 19 2025
Leer
La Registraduría Nacional del Estado Civil confirmó este 18 de diciembre el listado definitivo de candidatos inscritos para las elecciones legislativas de 2026, luego del cierre del período de modificaciones por renuncias y no aceptación. En total, 3.144 aspirantes quedaron oficialmente habilitados para competir por curules en el Senado y la Cámara de Representantes, una cifra que refleja la alta fragmentación del sistema político colombiano y la intensidad del ciclo electoral que ya está en marcha.
El cierre de esta etapa marca un punto clave del calendario electoral, pues a partir de ahora los partidos deberán concentrarse en la campaña abierta y en la movilización territorial. Las listas consolidadas evidencian tensiones internas, reacomodos de último momento y la convivencia entre figuras tradicionales y nuevos liderazgos que buscan abrirse espacio en el Congreso 2026–2030.
Este panorama legislativo se cruza con otro hito relevante: el cierre del plazo para la inscripción por firmas de aspirantes a la Presidencia, que dejó alrededor de 16 precandidatos en carrera por la vía de los grupos significativos de ciudadanos. La reducción del número inicial de comités inscritos confirma que, aunque la ruta de las firmas es atractiva, solo una minoría logra cumplir con los requisitos técnicos y logísticos exigidos por la autoridad electoral.
Por otra parte, la Registraduría también confirmó que el comité de firmas del exalcalde Daniel Quintero no se inscribirá, descartando esa vía para su eventual aspiración presidencial. La decisión tuvo impacto inmediato en el debate público y subraya el rigor con el que la entidad viene aplicando las normas electorales en esta fase inicial.
En conjunto, estos tres hechos delinean un escenario más definido: unas elecciones al Congreso altamente competitivas, una carrera presidencial con menos aspirantes de los previstos y una autoridad electoral que busca enviar un mensaje de control y transparencia. Con las listas en firme y las firmas radicadas, la campaña hacia 2026 entra ahora en su fase decisiva.
Muy pronto, se podrá consultar la información sobre todos los candidatos inscritos en esta página: https://ordenpolitico.com
diciembre 18 2025
Leer
El resultado de las recientes elecciones en Chile generó una ola de reacciones en Colombia, donde dirigentes políticos, analistas y sectores de opinión interpretaron el desenlace como una señal relevante para el futuro político de América Latina. Más allá del resultado puntual, el proceso chileno fue leído como un termómetro del estado de ánimo ciudadano frente a los gobiernos, las reformas estructurales y la polarización ideológica en la región.
Desde el Gobierno colombiano, aparte de la reacción presidencial en la que expresó en X que ¨El fascismo avanza, jamás le daré la mano a un nazi y a un hijo de nazi, tampoco; son la muerte en ser humano." y ¨…volvieron a matar al presidente¨, algunas voces destacaron la importancia del respeto institucional y la madurez democrática del sistema chileno, subrayando el valor de los procesos electorales como mecanismo de ajuste político. En declaraciones públicas y mensajes en redes sociales, funcionarios resaltaron que los resultados reflejan una ciudadanía exigente, dispuesta a premiar o castigar proyectos políticos según su desempeño y capacidad de respuesta a las demandas sociales.
En la oposición, el resultado fue interpretado como una advertencia para los gobiernos de izquierda en la región. Dirigentes de sectores de centro y derecha señalaron que el electorado chileno envió un mensaje claro frente a agendas percibidas como ideologizadas o alejadas de las preocupaciones cotidianas, como el costo de vida, la seguridad y el crecimiento económico. Para estos sectores, el caso chileno refuerza la necesidad de propuestas moderadas y viables de cara a las elecciones de 2026 en Colombia.
Analistas políticos y académicos coincidieron en que el impacto del resultado chileno trasciende sus fronteras. En Colombia, donde ya se perfila una contienda electoral altamente fragmentada, el proceso chileno es visto como un antecedente clave sobre los riesgos de la polarización y la dificultad de sostener mayorías estables sin consensos amplios.
En redes sociales, el debate fue intenso. Mientras algunos usuarios celebraron el mensaje de cambio enviado por los votantes chilenos, otros advirtieron sobre lecturas simplistas y llamaron a analizar el contexto propio de cada país. En cualquier caso, el resultado en Chile volvió a poner en el centro del debate colombiano una pregunta clave: cómo interpretar las señales regionales sin perder de vista la complejidad del escenario nacional.
Foto: https://bbc.com/mundo/articles/c04v167q67lo/AFP via Getty Images
diciembre 17 2025
Leer
El Centro Democrático oficializó la designación de la senadora Paloma Valencia como su candidata presidencial para las elecciones de 2026, en una decisión que marca un punto de inflexión para el partido fundado por el expresidente Álvaro Uribe. La escogencia busca cerrar filas tras meses de debates internos y proyectar una candidatura con identidad ideológica clara en un escenario electoral cada vez más fragmentado.
Valencia, una de las figuras más visibles del uribismo en el Congreso, asume la candidatura con el respaldo de los órganos directivos del partido y el desafío inmediato de consolidar la unidad interna. Su trayectoria legislativa, caracterizada por una oposición frontal al Gobierno y una defensa constante de las banderas de seguridad, institucionalidad y libre empresa, la posiciona como una candidata de línea dura dentro de la derecha colombiana.
En su primera declaración tras la designación, Valencia afirmó que su campaña buscará “recuperar el rumbo del país” y ofrecer una alternativa clara frente al proyecto político del actual Gobierno. Insistió en que su candidatura no solo representa al Centro Democrático, sino a sectores ciudadanos preocupados por la seguridad, la economía y la estabilidad institucional.
La nominación se produce en un contexto complejo para la oposición. La derecha enfrenta una dispersión de candidaturas independientes y la dificultad de articular una coalición amplia. En ese escenario, la candidatura de Valencia apuesta por fortalecer primero la identidad partidista antes de explorar eventuales alianzas con otros sectores afines.
Analistas coinciden en que su designación mueve de manera sensible el tablero electoral. Por un lado, consolida al Centro Democrático con una candidata definida. Y por otro, obliga a los demás aspirantes del mismo espectro a decidir entre competir de forma independiente o buscar acuerdos de inmediato.
Con esta decisión, el Centro Democrático toma su esperada decisión para entrar en la recta final de la carrera presidencial. El reto de Paloma Valencia será ampliar su base más allá del electorado tradicional del uribismo y convertir su liderazgo político en una opción competitiva para atraer a toda la oposición frente a la propuesta de izquierda de la actual admnistación.
diciembre 16 2025
Leer
Colombia entra en una fase decisiva del calendario electoral con la recta final para la inscripción de listas al Congreso y la presentación de firmas de aspirantes presidenciales independientes. Este momento, clave pero silencioso para el gran público, está redefiniendo el mapa político de cara a las elecciones de 2026 y obligando a partidos y candidatos a cerrar decisiones estratégicas que marcarán el resto de la campaña.
En el plano legislativo, el cierre de listas ha expuesto tensiones internas en varias colectividades. La disputa por los primeros renglones —determinantes para asegurar curules— ha provocado reacomodos, renuncias y negociaciones de última hora. Partidos tradicionales buscan equilibrar renovación y continuidad, mientras sectores emergentes presionan por mayor representación. El resultado de estas listas será un indicador temprano de la fortaleza real de cada partido en el próximo Congreso.
En paralelo, la presentación de firmas ante la Registraduría por parte de aspirantes presidenciales independientes ha tomado protagonismo. En los últimos días, varios precandidatos han entregado más de un millón de apoyos ciudadanos, superando con holgura el umbral legal requerido. Estas acciones confirman una tendencia: la apuesta por candidaturas por fuera de los partidos, que muestran desgaste de las estructuras tradicionales ante la opinión.
La coincidencia de ambos procesos —listas y firmas— acelera la definición de alianzas. Algunos sectores evalúan convergencias posteriores al cierre formal, mientras otros optan por mantener independencia hasta medir fuerzas en encuestas o consultas. La división, y sus críticas, siguen siendo el principal fnómeno.
Para analistas electorales, esta etapa funciona como un primer filtro real de viabilidad política. Quienes no logren estructurar equipos, respaldo ciudadano o disciplina interna quedarán relegados antes de que inicie la campaña abierta. Así, la recta final de inscripciones no solo cumple una función administrativa: está trazando, desde ahora, las líneas gruesas de la contienda legislativa que se avecina en 2026.
diciembre 15 2025
Leer
El Pacto Histórico abrió este jueves una nueva etapa en su consolidación política tras avanzar en su reconocimiento como movimiento ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) y poner en marcha una coordinación nacional provisional que tendrá a su cargo la reorganización interna y la estrategia electoral con miras a las elecciones de 2026. Este paso marca un momento clave para la coalición que llevó a Gustavo Petro a la Presidencia, que busca ahora proyectarse más allá de la actual administración.
Según lo anunciado, la nueva estructura del Pacto Histórico se enfocará en fortalecer su presencia territorial, definir reglas internas de funcionamiento y preparar los mecanismos de selección de candidaturas para Congreso y Presidencia. La dirigencia del movimiento señaló que el objetivo es ofrecer una plataforma política más cohesionada, capaz de enfrentar un escenario electoral altamente competitivo y fragmentado.
La decisión se produce en un contexto de tensiones internas dentro de la izquierda, marcada por la salida de algunos aliados regionales y el debate sobre el rumbo del Gobierno. Para el Pacto Histórico, el reto inmediato será mantener la unidad de sus diferentes sectores y evitar fisuras que puedan debilitar su capacidad electoral en 2026. Voceros del movimiento han insistido en que la prioridad será la construcción de consensos y la apertura a nuevos liderazgos.
Analistas políticos coinciden en que el reconocimiento formal del Pacto Histórico como movimiento representa una ventaja estratégica frente a otros bloques que aún no logran definir candidaturas ni reglas claras de competencia interna. Sin embargo, advierten que la consolidación organizativa no garantiza por sí sola el éxito electoral, tomando en cuenta el desgaste del Gobierno.
Con esta reorganización, el Pacto Histórico busca pasar de ser una coalición electoral a un actor político estructurado y permanente. Su desempeño en los próximos meses será determinante para medir si logra capitalizar su experiencia de gobierno y sostener su influencia en el escenario político colombiano hacia el futuro.
FOTO: EL TIEMPO/PRESIDENCIA
Muy pronto, usted podrá consultar la información sobre todos los candidatos inscritos para las elecciones 2006 en esta página: https://ordenpolitico.com
diciembre 19 2025
Leer
La Registraduría Nacional del Estado Civil confirmó este 18 de diciembre el listado definitivo de candidatos inscritos para las elecciones legislativas de 2026, luego del cierre del período de modificaciones por renuncias y no aceptación. En total, 3.144 aspirantes quedaron oficialmente habilitados para competir por curules en el Senado y la Cámara de Representantes, una cifra que refleja la alta fragmentación del sistema político colombiano y la intensidad del ciclo electoral que ya está en marcha.
El cierre de esta etapa marca un punto clave del calendario electoral, pues a partir de ahora los partidos deberán concentrarse en la campaña abierta y en la movilización territorial. Las listas consolidadas evidencian tensiones internas, reacomodos de último momento y la convivencia entre figuras tradicionales y nuevos liderazgos que buscan abrirse espacio en el Congreso 2026–2030.
Este panorama legislativo se cruza con otro hito relevante: el cierre del plazo para la inscripción por firmas de aspirantes a la Presidencia, que dejó alrededor de 16 precandidatos en carrera por la vía de los grupos significativos de ciudadanos. La reducción del número inicial de comités inscritos confirma que, aunque la ruta de las firmas es atractiva, solo una minoría logra cumplir con los requisitos técnicos y logísticos exigidos por la autoridad electoral.
Por otra parte, la Registraduría también confirmó que el comité de firmas del exalcalde Daniel Quintero no se inscribirá, descartando esa vía para su eventual aspiración presidencial. La decisión tuvo impacto inmediato en el debate público y subraya el rigor con el que la entidad viene aplicando las normas electorales en esta fase inicial.
En conjunto, estos tres hechos delinean un escenario más definido: unas elecciones al Congreso altamente competitivas, una carrera presidencial con menos aspirantes de los previstos y una autoridad electoral que busca enviar un mensaje de control y transparencia. Con las listas en firme y las firmas radicadas, la campaña hacia 2026 entra ahora en su fase decisiva.
Muy pronto, se podrá consultar la información sobre todos los candidatos inscritos en esta página: https://ordenpolitico.com
diciembre 18 2025
Leer
El resultado de las recientes elecciones en Chile generó una ola de reacciones en Colombia, donde dirigentes políticos, analistas y sectores de opinión interpretaron el desenlace como una señal relevante para el futuro político de América Latina. Más allá del resultado puntual, el proceso chileno fue leído como un termómetro del estado de ánimo ciudadano frente a los gobiernos, las reformas estructurales y la polarización ideológica en la región.
Desde el Gobierno colombiano, aparte de la reacción presidencial en la que expresó en X que ¨El fascismo avanza, jamás le daré la mano a un nazi y a un hijo de nazi, tampoco; son la muerte en ser humano." y ¨…volvieron a matar al presidente¨, algunas voces destacaron la importancia del respeto institucional y la madurez democrática del sistema chileno, subrayando el valor de los procesos electorales como mecanismo de ajuste político. En declaraciones públicas y mensajes en redes sociales, funcionarios resaltaron que los resultados reflejan una ciudadanía exigente, dispuesta a premiar o castigar proyectos políticos según su desempeño y capacidad de respuesta a las demandas sociales.
En la oposición, el resultado fue interpretado como una advertencia para los gobiernos de izquierda en la región. Dirigentes de sectores de centro y derecha señalaron que el electorado chileno envió un mensaje claro frente a agendas percibidas como ideologizadas o alejadas de las preocupaciones cotidianas, como el costo de vida, la seguridad y el crecimiento económico. Para estos sectores, el caso chileno refuerza la necesidad de propuestas moderadas y viables de cara a las elecciones de 2026 en Colombia.
Analistas políticos y académicos coincidieron en que el impacto del resultado chileno trasciende sus fronteras. En Colombia, donde ya se perfila una contienda electoral altamente fragmentada, el proceso chileno es visto como un antecedente clave sobre los riesgos de la polarización y la dificultad de sostener mayorías estables sin consensos amplios.
En redes sociales, el debate fue intenso. Mientras algunos usuarios celebraron el mensaje de cambio enviado por los votantes chilenos, otros advirtieron sobre lecturas simplistas y llamaron a analizar el contexto propio de cada país. En cualquier caso, el resultado en Chile volvió a poner en el centro del debate colombiano una pregunta clave: cómo interpretar las señales regionales sin perder de vista la complejidad del escenario nacional.
Foto: https://bbc.com/mundo/articles/c04v167q67lo/AFP via Getty Images
diciembre 17 2025
Leer
El Centro Democrático oficializó la designación de la senadora Paloma Valencia como su candidata presidencial para las elecciones de 2026, en una decisión que marca un punto de inflexión para el partido fundado por el expresidente Álvaro Uribe. La escogencia busca cerrar filas tras meses de debates internos y proyectar una candidatura con identidad ideológica clara en un escenario electoral cada vez más fragmentado.
Valencia, una de las figuras más visibles del uribismo en el Congreso, asume la candidatura con el respaldo de los órganos directivos del partido y el desafío inmediato de consolidar la unidad interna. Su trayectoria legislativa, caracterizada por una oposición frontal al Gobierno y una defensa constante de las banderas de seguridad, institucionalidad y libre empresa, la posiciona como una candidata de línea dura dentro de la derecha colombiana.
En su primera declaración tras la designación, Valencia afirmó que su campaña buscará “recuperar el rumbo del país” y ofrecer una alternativa clara frente al proyecto político del actual Gobierno. Insistió en que su candidatura no solo representa al Centro Democrático, sino a sectores ciudadanos preocupados por la seguridad, la economía y la estabilidad institucional.
La nominación se produce en un contexto complejo para la oposición. La derecha enfrenta una dispersión de candidaturas independientes y la dificultad de articular una coalición amplia. En ese escenario, la candidatura de Valencia apuesta por fortalecer primero la identidad partidista antes de explorar eventuales alianzas con otros sectores afines.
Analistas coinciden en que su designación mueve de manera sensible el tablero electoral. Por un lado, consolida al Centro Democrático con una candidata definida. Y por otro, obliga a los demás aspirantes del mismo espectro a decidir entre competir de forma independiente o buscar acuerdos de inmediato.
Con esta decisión, el Centro Democrático toma su esperada decisión para entrar en la recta final de la carrera presidencial. El reto de Paloma Valencia será ampliar su base más allá del electorado tradicional del uribismo y convertir su liderazgo político en una opción competitiva para atraer a toda la oposición frente a la propuesta de izquierda de la actual admnistación.
diciembre 16 2025
Leer